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¿quién es y quién será?
CLAUDIA SHEINBAUM
Asumir la Presidencia de México es, sin duda, un reto formidable. Pero ser la primera mujer en ocupar este cargo, después del que fuera uno de los presidentes más destacados y queridos en mucho tiempo, trae consigo interrogantes constantes sobre quién es y quién no es Claudia Sheinbaum, nuestra nueva jefa de Estado. Los vientos de octubre trajeron consigo la toma de poder de la primera Presidenta de México. Claudia Sheinbaum Pardo no necesita presentación, pero lo que sí necesita es saber, con firmeza, que los mexicanos tenemos grandes expectativas de ella en todas las áreas. Sheinbaum ha hecho historia al ser la primera mujer en la Presidencia de México. Algunos podrían argumentar que, simbólicamente, la emperatriz Carlota fue la primera en liderar, pero esa es una historia distinta. Lo que es indudable es que Sheinbaum ha iniciado su propio capítulo en la historia presidencial del país, con ciertos aspectos ya delineados antes de que siquiera tomara las riendas. NUEVO ENFOQUE Desde su rotundo triunfo electoral, Sheinbaum ha mantenido una actitud discreta, lo suficiente para no opacar a quien pavimentó su camino. Sin embargo, su victoria se vio ligeramente eclipsada por la emotiva despedida de Andrés Manuel López Obrador, un evento que fue celebrado con nostalgia por muchos mexicanos.
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UN LEGADO CULTURAL
Esto ha dejado una mezcla de sentimientos para sus primero días de gobierno: una sensación de pérdida combinada con la esperanza de continuidad en la dirección que marcó su predecesor. La transición de poder fue, al igual que la personalidad de Sheinbaum, sobria y modesta. Muchas veces, su proceso de consolidación quedó en segundo plano ante otros eventos como la Reforma Judicial o el nombramiento de figuras clave en su partido. Su gabinete ha comenzado a hacerse público, aunque aún está por revelarse el plan que diferenciará su administración de la de López Obrador. Aunque comparten una visión política en temas clave como la lucha contra los proyectos neoliberales y la reducción de la pobreza, lo que Sheinbaum y López Obrador parecen compartir es el fondo, pero no necesariamente las formas. FORTALEZAS COMPARTIDAS Y NUEVAS PERSPECTIVAS Sheinbaum ha rodeado su gobierno de figuras reconocidas como Juan Ramón de la Fuente, Tatiana Clouthier y Marcelo Ebrard, lo que sugiere un enfoque moderado y conciliador. A diferencia de su predecesor, quien no dudaba en expresar su opinión en cada oportunidad, Sheinbaum tiene un estilo más reservado. Si bien su carácter más sobrio puede ser visto por algunos como menos carismático, su enfoque técnico y académico aporta un aire progresista que resuena con temas como el cambio climático y la energía, áreas en las que se espera que haga hincapié. La expectativa es que su gobierno sea menos frontal y más incluyente, tanto a nivel nacional como internacional, buscando reconstruir relaciones que en los últimos años han sido desafiantes para México.
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UNA CANDIDATA AL FILO DE LA NAVAJA
Aunque su ascenso en Morena ha sido respaldado por López Obrador, esta será la primera vez que Claudia Sheinbaum camine sin su sombra directa, lo que la llevará a demostrar su liderazgo personal. Aunque algunos sugieren que aún podría estar influenciada por su mentor, lo cierto es que ella es quien tomará las decisiones por los próximos seis años. DESAFÍOS POR DELANTE Al asumir el poder, Sheinbaum enfrenta desafíos importantes: una crisis de seguridad, una deuda pública en crecimiento, y la compleja situación de Pemex, entre otros. Además, hereda promesas pendientes en el sector salud y el reto de reactivar la economía. Pero, a pesar de estos desafíos, Sheinbaum tiene la oportunidad de consolidar su propio legado. Uno de los temas que más podrían marcar su gobierno es su relación con el movimiento feminista. Si bien Sheinbaum rompió el dominio masculino al convertirse en la mujer más votada en la historia de México, algunas voces feministas aún cuestionan si su llegada al poder representa un avance en su lucha. Esto se debe, en parte, a su manejo de las protestas feministas como jefa de gobierno, donde se le ha criticado por una postura más represiva. No obstante, su liderazgo puede evolucionar y generar un diálogo más constructivo en favor de los derechos de las mujeres. La llegada de Claudia Sheinbaum a la Presidencia es un gran paso, pero aún queda camino por recorrer para alcanzar una igualdad plena en México. Su gobierno tiene grandes desafíos por delante y, mientras avanza, podremos descubrir más quién es –y quién no es– Claudia Sheinbaum, y si su gestión logrará mejorar el país para todos sus habitantes.
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RECALCULANDO LA VIDA Y EL TEATRO
Sheinbaum enfrenta grandes desafíos: crisis de seguridad, una deuda pública en crecimiento y la compleja situación de Pemex, pero también tiene la oportunidad de consolidar su propio legado. La Cuarta Transformación se extenderá un sexenio más, con Sheinbaum al frente, compartiendo los principios fundamentales del proyecto político de López Obrador, pero con sus propias formas.
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