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RECALCULANDO LA VIDA Y EL TEATRO
Odin Dupeyron
En esta edición tuvimos el privilegio de conversar con Odin Dupeyron, un artista cuya autenticidad y visión han dejado una huella profunda en el teatro mexicano. Más allá de sus éxitos en escena, Odin es conocido por su manera única de entender la vida, marcada por la introspección y la resiliencia. Durante nuestra charla, nos reveló detalles sobre su nuevo proyecto, «Recalculando», una obra que desafía las convenciones teatrales y refleja su particular perspectiva del mundo. También compartió sus pensamientos sobre el liderazgo y cómo su trayectoria ha sido tan impredecible como inspiradora.
“Vengo a trabajar, como siempre. Puebla es una plaza importante para mí, vengo varias veces al año con mis espectáculos porque el público poblano es muy cálido y receptivo. Tengo cinco espectáculos en total y siempre intento traer alguno cada vez que visito la ciudad. Ahora presentamos “Recalculando”, pero en otras ocasiones hemos traído “¡A Vivir!”, “Lucas” y otros. Puebla está cerca de la Ciudad de México, lo que facilita que regresemos unas cuatro o cinco veces al año. Me siento afortunado de tener un público tan leal aquí”.

“Recalculando’ es algo totalmente distinto a lo que suelo hacer. No es una obra de teatro en el sentido tradicional, no tiene un guion estructurado ni personajes. Tampoco es un stand-up donde hago chistes uno tras otro. Lo describo como una especie de comedia filosófica, irreverente y profundamente reflexiva. Es un espectáculo donde hablo de mí, de mi vida, de mis experiencias, de lo que me ha llevado a pensar como pienso. No hay una narrativa lineal con clímax y desenlace; en su lugar, comparto anécdotas de mi infancia, de mis padres, de cómo empecé a cuestionar todo desde muy joven. Lo llamo “Recalculando” porque en la vida uno siempre tiene que aprender a recalcular, a adaptarse a lo que venga, a cambiar de rumbo cuando las cosas no salen como esperabas”. “Así es, la vida te obliga a recalcular todo el tiempo.
Tienes un plan, un objetivo, pero de repente algo cambia y te das cuenta de que no vas a llegar por el camino que habías planeado. Ahí es cuando recalculas, ajustas el rumbo y sigues adelante.
Lo interesante es que este proceso no es algo que uno planee conscientemente; simplemente sucede. Yo no tenía pensado tener una empresa, una editorial, o ser líder de un equipo. Mi vida no ha sido algo que construí paso a paso, ha sido más bien una serie de ajustes y adaptaciones a lo que la vida me iba presentando. Como en el juego de Tetris, las piezas te caen y tú haces lo mejor que puedes con lo que tienes en el momento”.
Sí, fue una experiencia increíble. Hicimos una transmisión cuando ya se permitía que hubiera público en el teatro, y fue muy especial porque había pasado mucho tiempo sin actuar en vivo. Grabamos el espectáculo, dimos playeras que decían “Sobreviví a la pandemia”, y la energía de la gente fue increíble. Fue como una celebración, porque todos estábamos ansiosos de regresar al teatro, a sentir esa conexión tan única entre el público y el actor. Me di cuenta de lo importante que es ese contacto, algo que no se puede replicar a través de una pantalla, aunque la transmisión también fue emocionante”. “Lo que más me conmueve es ver cómo las personas se identifican con las historias que cuento. Ya sea en “Recalculando” o en mis otras obras, siento que la gente conecta con las emociones, con los cuestionamientos, con las reflexiones que comparto. Me encanta cuando alguien me dice que una obra le ayudó a ver la vida de otra manera, que lo hizo reír, llorar o pensar. Esa conexión emocional es lo que le da sentido a todo esto, y creo que es lo que mantiene viva mi carrera”.
Para mí, un buen líder es alguien que inspira y guía a su equipo, pero también alguien que asume la responsabilidad cuando las cosas no salen bien. En mi oficina tengo gente que lleva trabajando conmigo 15, 12, 9 años. No creo que se queden porque son masoquistas, sino porque hay algo en mi forma de liderar que les da seguridad y confianza. Un líder debe tener visión y tomar decisiones cuando otros no pueden, pero también debe ser humilde y escuchar a su equipo. El éxito de un líder está en su capacidad de inspirar a otros a dar lo mejor de sí mismos

Todo sucedió de forma orgánica. No fue algo que planeara. Yo quería ser actor, pero con el tiempo comencé a producir mis propias obras, a escribir mis propios guiones y, eventualmente eso se convirtió en una empresa. No pensé en convertirme en un líder, pero las circunstancias me llevaron ahí. Ahora dirijo una oficina, una editorial, y tengo un equipo de trabajo que sigue mi visión. Es como te decía antes: recalcular. He aprendido a adaptarme y a tomar el liderazgo cuando ha sido necesario, aunque no fuera parte de mi plan original. El objetivo es hacer que la gente reflexione sobre la vida y sobre cómo enfrentamos los cambios. No se trata de dar respuestas definitivas, sino de compartir mis propias experiencias y hacer que el público se cuestione a sí mismo. La vida está llena de incertidumbres, y lo único que podemos hacer es recalcular constantemente. A veces la vida te sorprende, otras veces te desafía, y la clave está en aprender a navegar esos momentos. Quiero que la gente salga del teatro pensando en cómo pueden recalcular sus propias vidas, cómo pueden adaptarse a lo que les toca vivir”.
Claro. En Tetris, las piezas caen de forma aleatoria, y tú tienes que acomodarlas de la mejor manera posible. A veces te salen las piezas que esperabas, y todo encaja perfectamente. Otras veces, las piezas no son las que querías, y tienes que hacer lo mejor que puedes con lo que tienes. Así es la vida. No siempre controlamos lo que nos sucede, pero sí controlamos cómo respondemos a esas situaciones. Y, a veces, cuando crees que ya lo tienes todo dominado, la vida te sorprende con algo inesperado: una enfermedad, una crisis, una pandemia. Lo importante es recalcular y seguir adelante “El éxito es algo muy relativo. Lo que para unos es éxito, para otros no lo es. Yo creo que el éxito verdadero está en aprender a vivir con lo que tienes, en hacer lo que amas y en no aferrarse demasiado a las expectativas. La vida te sorprende todo el tiempo, y si te mantienes flexible y dispuesto a recalcular, siempre encontrarás la manera de seguir adelante. No somos nada, solo estamos de paso. Así que lo mejor que podemos hacer es disfrutar el viaje, ser auténticos y tratar de hacer el bien mientras estamos aquí”.